El francesito...

Muchacho, que como los indios, nació a la orilla de un río... pero no en el lejano oeste, sino en la llanuras de Francia. Junto a Thouet, que baña la hermosa ciudad de Thouars.

Después de zascandilear por Poitiers, Nantes y París, el chaval, enamorado de España, encontró su oportunidad para lograr su billete de viaje y residencia soñados. Él prefería Sevilla, pero apareció Madrid en su horizonte.

Madrid le robó el corazón (en especial una madrileña, instigadora de este blog) y fundó su propia familia.

Después de 11 años, una mujer y dos hijos, tomamos la decisión de volver al punto de origen. Francia.

¿Quién sabe? A lo mejor en seis meses estamos de vuelta... ;-P